Encontrase por el camino de la vida, dos hermanas gemelas, ambas eran solteras y tenían deseo de encontrar a una pareja. Era fiesta en el pueblo que visitaban y quedaron en reunirse en la noche después de la fiesta para ver que había sucedido y cual había sido su suerte y sí habían encontrado de alguna manera lo que ellas deseaban y aspiraban.
Estas gemelas eran extraordinariamente iguales por fuera pero por dentro eran muy diferentes solo podía compararse como el día y la noche. Una era muy suave y delicada, le encantaban las flores, los animales, la paz, y le agradaba mucho ayudar al necesitado. La otra por el contrario era sumamente arrogante, mentía con gran facilidad y no le interesaba para nada lo que pudiese sucederle a la persona más cercana a ella y por supuesto no tendría la intención del hacer el bien sino más bien de aprovecharse y de utilizar a los demás para su propio beneficio siempre cambiante, inestable, caprichosa.
Bueno, ambas tomaron distintos caminos y se presentaron a la fiesta del pueblo. Pero por un misterio o sabiduría del destino, sucedió que se encontraron con un apuesto caballero, era el hombre más poderoso del pueblo y ambas sintieron una especial atracción hacía él. Y curioso fue que dicho personaje también observó el detalle, eran como dos luceros. Y se encontraban a un paso, frente a él.
Pero de ellas, ya se habían comentado historias, la belleza de éstas superaban a las flores. Pero tal caballero ya había sido advertido por sus sabios consejeros y éstos con total claridad ya le habían informado de que tuviese cuidado, que una de ellas era como un ángel y la otra como la misma oscuridad, tenebrosa y muy manipuladora.
Más resulta que habiéndose encontrado tan cerca, se presentaron. Y él a ambas alabó con un fino gesto y delicado proceder, y ansío en su corazón saber quien era la luz y quien era de sombría oscuridad.
Así entonces, uno de los acompañantes del Caballero presentó a tal noble y dijo:
- Este es el Señor dueño de las más grandes extensiones de tierra y su fortuna y su poder es muy vasto , más teniéndolo todo , aún no tiene compañía y queriendo tomar la alegría de la fiesta , este día y esta noche escogerá a la que será la reina de su corazón.
Ambas hermanas se sintieron halagadas. Y para conocerlas, se dispuso hacerles una serie de preguntas muy sencillas pero hechas de una clave misteriosa porque habría de saberse quién es la más digna y la más noble.
Entonces, el Caballero dijo:
- Mi reino es grande, vasto y muy rico, tengo muchos tesoros. Y en la orilla de un arroyo crecen unas flores amarillas sumamente delicadas, más solamente perduran unas horas. ¿Qué pensáis de todo esto?
Una de las hermanas dijo:
- ¡Que riqueza, Que poder, que fascinante Imperio! Seguro que hay un castillo y en él aún hay más vastos y fascinantes tesoros. Sí yo viviese allí, cuan fascinante me sería el hecho de sentir tanta gloria y tanto poder.
Pero la otra hermana entonces, replicó:
- Y dígame Señor, que más puede decirme de esta pequeña flor, que de seguro es grande y maravillosa, pues sí puede hacer su vida en un solo día, cuantas cosas importantes sutiles y extraordinarias podrá rápidamente conocer. Pero aunque esto es importante, más me gustaría el poder acompañarle y estar aunque sea un solo instante con aquella flor, aunque sea pequeño el momento se hace como una eternidad.
Y así contestó la otra hermana, ni siquiera comentó del castillo, ni de la riqueza, ni del poder. Solo habló de la flor. Y he aquí que se supo inmediatamente lo que se buscaba conocer. Estas hermosas gemelas, una se llama Querer y la otra se lama Amar, aunque muy parecida en apariencia son absolutamente distintas. El Querer todo lo que desea es: poseer, querer y controlar. EL Querer nunca llegará a Amar porque su deseo es tan solo poseer. Y el Amor siempre será lo contrario, sublime y sutil , lo dará todo y lo entregará todo y no pedirá nada a cambio porque ya es rica en la totalidad de su ser. Y además el Amor nunca será como el Querer, porque el Amor no busca poseer sólo dar y entregar lo más cálido de su ser.
El Querer y el Amar son similares pero nada más en el exterior porque en la profundidad de su interior son universos opuestos.
Y luego de éste diálogo, Amar bailó con el caballero y cuenta la historia que fueron felices. Narra también la historia que no abandonaron a Querer y le dieron un castillo muy grande y además quiso el Querer que lo llenase de espejos.
Narra también, la historia que el Querer se acompañó desde entonces de los espejos, de su imagen y de soledad. En ocasiones creía sentirse feliz, pero cuanto más cerca estaba de sentirse feliz se daba cuenta de su propia soledad.
El Amar fructificó y tuvo hijos y éstos siguieron ennobleciendo la tierra. A Querer se le opacó la belleza y terminó en el caos de su propio desamor. Querer y Amar parecen dos gotas de agua pero sí acaso tomarán de esta agua, una es agria y salubre más la otra es como esencia de rosas y de miel.
Para finalizar, ambas aquella noche se encontraron, ambas dijeron que habían encontrado la felicidad. Pero sabemos que en una fue la realidad y en la otra tan solo vanidad y maldición.
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Pintura y Escrito:
Oscar Basurto Carbonell
http://arteparaelalma.blog.terra.com.mx
http://elespiritudelartista.wordpress.com
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