martes, 16 de febrero de 2010

ARTE DE RENACER


El hombre estaba inmerso en un profundo silencio, deseaba aprender el arte de renacer. Había estudiado arte, ciencia, misterios y muchos temas mundanos y quería volverse poderoso y capaz. Pero el no conocía el arte de renacer y el estaba concentrándose y buscando, el entonces enfrento el misterio del silencio interno, el espíritu sagrado de cada hombre, de cada ser en la creación. Y el silencio y el misterio dijo:
- Tienes que morir para poder renacer. Y para morir tienes que dejarlo todo atrás: Tu sabiduría, logros y tus propias experiencias.

El hombre se quedo sorprendido ante esto y el misterio le dijo en una voz baja y segura :
-Todos son iguales, quieren saber pero no son capaces de ofrecer nada.

El hombre se fue, un largo tiempo paso y todo lo que el había logrado comenzó a desvanecerse: Su fortuna, poder, aun su sabiduría comenzó a diluirse y el estaba confuso pero aun podía recordar el dialogo espiritual y se preguntaba como podría el renacer, que se llevaría con el? El se daba cuenta que lo había perdido todo.
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Entonces, cuando el momento culminante de la muerte llego, el misterio, la voz interna se acerco al hombre de nuevo y dijo:
-Siento tu angustia, desolación y tu pérdida. Ahora te das cuenta y comienzas a apreciar la importancia de una sabiduría que nunca te abandonara, que nunca te dejara. Pero escogiste una falsa seguridad. He visto que tu arrepentimiento es genuino, y por eso te diré que lo que se alcanza con el corazón, no se pierde nunca, y te da el arte de renacer conscientemente en este mundo. El todo, que es un poder superior, la madre de todas las cosas, es para todos y esta en todos. Aunque el nombre se olvide, el será la luz que puede parecer pequeña pero es capaz de iluminar el espacio infinito. Abre tu corazón y escucha: La generosidad del Amor hace, transforma el corazón humano y lo eleva como luz eterna. Cuando tú aceptes que el Amor es humilde y generoso, entonces realizaras el arte de renacer para siempre en la eternidad.

Pintura y Escrito:

Oscar Basurto Carbonell

www.mystichealingart.com



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