Comienza tu viaje

Mira yo sé que me conoces o tienes quizás una vaga referencia  inclusive te han hablado mal de mí.  Por eso hoy vamos a comunicarnos, vamos a comprendernos.

Yo te prometo que te voy a dar lo mejor de mí  y después seguro vamos a tener muchas charlas.  Y  espero que tengamos una linda comunicación y lleguemos a tener una amistad.

Y te tengo que repetir lo que te dije al principio, yo no soy esa mala persona  que te han hecho creer. Yo soy algo así  como un pariente, muy cercano, que recién vas a conocer pero que ha estado pendiente de ti, desde que naciste, en la escuela, en la universidad. No sabes, como me hizo feliz tú graduación. El día que te casaste yo sentí tu alegría. Y siempre he estado ahí, muy cerca de ti.

Y mira, que ya pasaron los años  y muchos de tus amigos te han olvidado. Ya estás viejo  y cansado. Yo iré hacía ti para decirte que eres especial  y que, yo te quiero llevar a un viaje donde yo me ocupo de todo, y no tienes que preocuparte por nada. Yo me encargo de todo.

Sólo necesito que me digas que sí  y vas a ver qué bien te vas a sentir.

Y entonces, aquella voz guardó silencio.

Y la voz del anciano, ya un tanto fatigado, respondió:

-  Sí,  -  y repitió - sí, yo quiero ir.

Entonces, la primera voz dijo:

-  En este mismo instante, partimos. Y desde este lugar, ya comienzas a dar tu viaje.  Y tu destino: la  Eternidad.


Pintura y Escrito:
Oscar Basurto Carbonell
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