jueves, 14 de octubre de 2010

Hoy no hay función


Ríase el pequeño y el grande. Ríase el conocido y el desconocido. Ríase el mundo entero, y el espectáculo tiene que regresar . El aplauso que sea más grande, la sonrisa más marcada, la risa que parezca un grito. Y el mundo se llena de algarabía. Y el payaso que ríe, y que ríe.

Y se cierra el telón. Ya que el pobre corazón que ya no puede más fingir, tiene que sufrir en silencio, su llanto y amargura. “¿Que fue de mi ternura? ¿Qué fue de mi dulzura? ¿Que fue de aquellos ojos bellos que me hicieron enamorar?”Llora el payaso. Calla en silencio, aunque quiere gritar y decirle a todo el mundo que no quiere reír mas, que quiere la vida dejar y arrancar con sus manos sus propios ojos porque a nadie mas quiere mirar.

Y se abre nuevamente el telón, y allí sale el payaso a contar muchos chistes, a hacer bromas y bromas, y el público le aplaude, y se ríe. Y las luces de colores confunden una lágrima que en secreto se seca, pero que por dentro se hace de fuego y le recuerda un nombre, una presencia, una esencia que no puede ocultar. Y se cierra el telón y huye el corazón a ocultarse porque ya no puede soportar más. El público se retira contento. Nadie sabe. Nadie creería, nadie entendería que el payaso que antes reía, lloraba en la oscuridad.

“Oh, alma mía. Oh ,corazón desesperado, porque te has enamorado de quien no te corresponde, porque el amor tiene estos misterios de producir dolor”.

A la mañana siguiente, un nuevo espectáculo, el público esta esperando, las galerías llenas, exigen se abra el telón Y se escucha una canción y una voz un poco tomada, dice así:
- Hoy no habrá función. Hoy no habrá payaso. Hoy no habrá risa. Hoy no habrá aplausos. Quien reía aquí, quien hacia a todos alegrar, hoy ha partido a un viaje sin retorno. Aquel payaso de la alegría ha muerto, su corazón no pudo soportar más alguien se acercó en su momento final y nos comparte sus palabras, sus últimos instantes. Aquel payaso se despedía de la vida, y reía y reía porque ya no podía llorar en silencio más. Ha muerto como todo payaso, de amor, de aquella ilusión que no pudo culminar. La vida es una ruleta, y hay infortunios, y hay pesares. El payaso esta libre de su tormento, y hasta quizás de su locura. Mañana el circo abrirá, y otro payaso estará, y todos reirán. Y ya nadie sabe si otro payaso morirá por una ilusión, por un amor que nunca se dio.
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Pintura y Escrito:
Oscar Basurto Carbonell
Espejos de el alma
Armonía y Paz
Donde esta el amor
Como curar un corazon roto
Pensamientos para reflexionar

lunes, 11 de octubre de 2010

Dos palomas


Dos palomas: Palomo y Paloma, jugaban el juego del amor, volaban casi juntando sus alas, mas no llegaban a tocarse, cada día al atardecer se acercaba el uno al otro un poquito mas. Mas un día, el Palomo no llego y al día siguiente tampoco llego, y la Paloma pensó, ¿que le habrá sucedido a este? Y paso el tercer y cuarto día, y la Paloma se angustió, y en la angustia descubrió que todo el vuelo con el Palomo no era tan solo un juego, era un cortejo, la magia del amor los estaba llamando.

Al realizar esto, la paloma voló mas alto, y se puso a buscar a su Palomo, y diviso un ala blanca y apuntando se dirigió rápidamente, pero cruel sorpresa del destino, el amor tan recientemente descubierto había encontrado otro destino. El palomo se encontraba, contemplando una paloma, y juntos se miraban y hacían un nido; un corto viraje hizo la Paloma que buscaba al palomo, y se alejo de el.

Y mejor dicho, se alejo de ellos, y la Paloma, llorando en su corazón, buscando una respuesta en el cielo, pregunto:
- ¿Por que, amor?¿Por que mi amor? ¿Por que me abandonaste?

Y el cielo contesto:
- Yo jamás te hubiera abandonado, y es que tú solamente me viste el día en que me perdiste. El amor cuando llego a tu vida, tú no lo cogiste, lo dejaste volar, y voló fuera de tu destino, porque tú nunca le diste calor de hogar.
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Pintura y Escrito:
Oscar Basurto Carbonell
Espejos de el alma
Pensamientos para reflexionar

martes, 5 de octubre de 2010

¿Qué están dispuestos a dar?


Hay en la casa real un gran alboroto pues la princesa esta casamentera y han llegado dos varones de noble y gran reputación, cada quien ha traído regalos y sorpresas, y ante el Rey y la Reina han pedido la mano de la doncella, la cual siempre esta hermosa y bella.

Y entonces, el Rey les ha preguntado:
- ¿ Sí quieren la mano de mi hija qué están dispuesto a dar ?

Ambos caballeros contestaron; claro uno después del otro. El primero era alto y sonrosado y de apariencia muy juvenil y de amplia sonrisa. Dijo éste así:
- Yo tengo para dar a la princesa, una sonrisa, una flor y una gran fiesta.

Y el Rey le dijo:
- ¿Y nada más?

- Bueno si, yo le puedo dar un poquito más de amor cada día. –Contestó el caballero.

Y el Rey pensó en su interior: “esto es demasiado poco, este caballero debe de estar loco”.
Se le dio paso al otro caballero. Su semblante era un tanto diferente al primero, era muy pálido, parecía hecho como del polvo de la luna, su mirada profunda y su rostro reflejaba un misterio inexpugnable.

El Rey le preguntó:
- ¿Qué tienes para ofrecer a mi hija?

Y el entonces contestó :
- Tengo para ofrecer una sonrisa, la cual siempre sería presente, no tengo una flor, tengo toda la vida de las flores para ofrecerte. Y sí hablamos de amor tengo la eternidad y si quieren fiesta tendrá una fiesta de la cual nadie jamás podrá olvidar, por que bien se que todos comentaran: ¡ Que hermosa se veía la princesa , si parecía de cristal!

El Rey entonces no se pudo contener y expresó estas palabras:
- Tú habrás de beber del cáliz de su boca.

Y el caballero contestó:
- Esta bien, se acabo la vida loca.

En aquel mismo instante la princesa cayó en los brazos de este caballero, pero cayó sin vida, la princesa estaba muerta.

Y se cumplió la promesa de aquel caballero, la gran fiesta fue un entierro y la princesa parecía de cristal. Miles y miles de flores estuvieron delante de su féretro. Y aquel caballero extraño, pálido y sincero se llevó a la princesa y le brindó la eternidad, y esa es la sonrisa eterna porque aquel caballero no era nada menos que el mismo ángel de la muerte.

Y el otro pretendiente lloraba en silencio a su princesa perdida, pues la vida solo puede darnos una flor a la vez, una sonrisa a la vez y un poco más amor cada día. Más la muerte nos brinda el misterio de la fría eternidad.
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Pintura y Escrito:
Oscar Basurto Carbonell
Te comprendere me comprenderas
Pregunta y respondo: