Se conocía en aquel pueblo a un Maestro que andaba de peregrinaje y había desarrollado una gran fuerza interior pero siempre estaba de incógnito . Entonces, la gente del pueblo pensó que la forma de conocerlo era haciendo un evento de muchos combates y así con seguridad podrían encontrar y conocer a este Maestro incógnito . Pero tal fue la publicidad que comenzaron a llegar muchos luchadores y todos decían que ellos eran aquel gran Maestro.
El pueblo era pequeño , sin embargo por aquel evento casi triplicaba su capacidad de albergar pero toda la gente veía esto como una oportunidad de llamarse Gran Maestro. Y para esto se dieron fieros combates , había mucha gente destacada , muchas fórmulas y métodos pero también hubieron muchos lesionados.
Muchos días duró el evento , pero finalmente ¿ dónde estaba el Maestro oculto ? . Sucedió que todos estaban lesionados, sí no era un ojo morado, era un brazo o una pierna rota . La verdad que fue un buen negocio para las clínicas y hospitales, que decir de los médicos , enfermeros y farmacias.
Y el tiempo siguió transcurriendo y aún no se hallaba a ese gran maestro. Y entonces llegó un hombre de apariencia anciano , llevaba entre sus manos unos cuadernos de caligrafía , su mirada transmitía mucha calma y además tenía una sonrisa apacible. Y por esas casualidades que da el destino , ciertos luchadores ya se habían recuperado pero estaban un poco amargados porque éstos querían llevarse el título. Aquellos luchadores que se conocían entre si, no querían lesionarse más y estaban lleno de rabia y furia , y por el camino se les cruzó este hombre humilde . Entonces, como sí fuesen fieras que se han puesto de acuerdo , rodearon al anciano a fin de desfogar sus frustraciones . Estos pensaban darle una golpiza , entonces le dijeron :
- No sabemos quién seas tú , pero te has cruzado en nuestro camino y nuestro destino es combatir y el tuyo quizás sea el morir.
Y sin decir más palabras aquellas fieras lanzaron sus golpes más certeros. Pero , ¡ Oh , que fue lo que sucedió ! Por el aire se vio volar a estos luchadores , pero no a un metro , ni dos o tres , era una altura de más de diez metros. Aquel anciano parecía convertirse en una hoja que lo lleva el viento y, con un solo aliento aquellos luchadores estaban fuera de combate.
Aquel anciano no perdió la calma y la gente que se encontraba alrededor se sorprendió más. El solo tuvo unas palabras :
- Olvidemos el incidente , estos hombres no son más que niños jugando a gobernar, pero aún les falta gobernarse a si mismos.
Y el anciano siguió su camino y el pueblo quedó sorprendido . Y los fieros luchadores solo tenían algo en mente : " Este es aquel a quien en verdad se esperaba , el Maestro desconocido."
...
Pintura y Escrito:
Oscar Basurto Carbonell
Enseñanzas del Ki
Arte para el alma
Arte Curativo Místico
Armonía y Paz
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